Y lloré
Y lloré de rabia…
Y lloré de pena…
Y mi cuerpo todo
convirtiose en fuente
de lágrimas llena.
Murió mi ilusión.
Se fue mi alegría
tan solo al pensar
que nunca de él
una flor tendría.
Y mis ojos viejos
de anciana sin luz
buscaron ansiosos
por valles y montes
un nardo andaluz.
Y lloro de rabia…
Y lloro de pena…
cuando he descubierto
que es irreversible
mi amarga condena…
© Antonio Pardal Rivas
11-08-08